Frente a la arbitrariedad patronal y el acoso reinante, el sindicalismo se implanta en el sector de los videojuegos en Francia

La bandera rojinegra con el logotipo “STJV” llama la atención a medida que la Plaza de Italia de París se va llenando de gente el 31 de enero de 2023, segunda gran jornada de movilización contra la reforma de las pensiones. “¿A qué organización representan ustedes?”, pregunta un hombre con los colores de la CFDT (Confédération française démocratique du travail). “Somos el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras del sector de los Videojuegos”, responde el portador de la bandera.

El STJV, todavía poco conocido por el gran público y por los actores de los movimientos sociales franceses, no deja de atraer a nuevos miembros desde su fundación en 2017 y ha multiplicado sus actividades en los últimos meses. Ahora cuenta con varias decenas de desarrolladores, diseñadores y artistas gráficos 3D que trabajan para empresas líderes del sector –como Ubisoft, Don’t Nod y Gameloft– y que participan en las manifestaciones contra la reforma de las pensiones.

“El sector de los videojuegos está poco sindicalizado, poco politizado, pero en los últimos años se han dado pasos agigantados”, se congratula Frédéric*, desarrollador y uno de los cofundadores del STJV. Durante mucho tiempo, la industria de los videojuegos fue un sector aparte, prácticamente incompatible con el sindicalismo.

“Es la primera vez que hago huelga”, explica Thomas*, diseñador de la experiencia del usuario, desde el pasado julio, en un estudio parisino. Cuando nació el STJV, él estaba estudiando, pero nada más empezar a trabajar se afilió al sindicato. “En el ámbito de los videojuegos existe una filosofía de neutralidad, un espíritu emprendedor en el marco del cual no se habla realmente de política”, declara.

“Pero lo cierto es que todos nos enfrentamos en algún momento a situaciones de abuso; nuestros jefes no conocen necesariamente la legislación, y el hecho de que se hable de ello ayuda a crear una conciencia colectiva”.

Junto a él, Julia*, de 26 años, diseñadora gráfica 3D, valora muy positivamente la creciente sindicalización del sector. “Es reconfortante saber que podemos contar con el STJV y que la gente empieza a tener esa…

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Auteur: Simon Mauvieux