Un método para certificar que el litio de las baterías se obtiene de forma sostenible

Nos gusta saber de dónde proceden los productos que consumimos, como demuestra la denominación de origen de los quesos y los vinos, el etiquetado de las frutas y hortalizas o la indicación de las condiciones de producción de comercio justo del chocolate o el café. Pero mientras que el impacto medioambiental y social asociado a nuestros dispositivos electrónicos es cada vez más importante (consumo de agua, huella de carbono, condiciones laborales, respeto a los pueblos indígenas, etc.), todavía no podemos saber de dónde procede el litio, uno de los elementos más problemáticos de las baterías en la actualidad, y por tanto no podemos estar seguros de su origen.

Proponemos un enfoque geoquímico que establezca una huella digital del litio para poder rastrear el que está presente en nuestras baterías y, potencialmente, ofrecer garantías de una extracción social y ambientalmente sostenible.

Litio, el nuevo oro blanco

El litio desempeña un papel fundamental en las baterías recargables de dispositivos electrónicos portátiles (tabletas y teléfonos), del transporte eléctrico (vehículos híbridos y eléctricos, scooters y bicicletas eléctricas) y de las tecnologías de almacenamiento de energía estacionaria, que son esenciales para el desarrollo de las energías renovables intermitentes.

En otras palabras, las sales de litio son actualmente una de las piedras angulares de la transición energética hacia la descarbonización.

Se prevé que las toneladas de litio necesarias para la fabricación de baterías de litio superen las 100 kilotones en 2025, sobre todo porque la electrificación del transporte, fomentada o impuesta por varios países de la UE, aumentará considerablemente la necesidad de litio en los próximos años.

A medida que crezca la demanda de litio, aumentarán los impactos ambientales y sociales de la minería, así como las expectativas de los consumidores en cuanto a las garantías sobre el origen del litio y los esfuerzos por reducir su impacto ambiental y social.

¿De dónde viene el litio?

En la actualidad, sólo dos tipos de yacimientos representan la mayor parte de la producción mundial de litio. Se trata de yacimientos de litio en forma de rocas duras, por ejemplo, pegmatitas de espodumena (Australia, Canadá, China) y salmueras en los salares sudamericanos del triángulo del litio (Bolivia, Argentina, Chile) y China.

En Argentina, las comunidades indígenas ya están denunciando que la extracción de litio en sus tierras amenaza su supervivencia y el ejercicio de sus derechos ancestrales.

En Zimbabue, donde la extracción de litio es actualmente escasa, algunas ONG ya han identificado flujos financieros ilícitos en el sector de la extracción de litio.

Estas dos fuentes de litio también tienen diferentes impactos ambientales. Por ejemplo, la extracción de salmueras de litio consume grandes cantidades de agua por evaporación y provoca un riesgo de escasez de agua dulce para las…

La suite est à lire sur: theconversation.com
Auteur: Anne-Marie Desaulty, Chercheur en géochimie isotopique, BRGM, BRGM